Bloque 3: La hora del cuento



 LA HORA DEL CUENTO


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A todos los niños les encanta que les cuenten cuentos. El cuento provoca y excita la curiosidad de los pequeños, estimula su imaginación, desarrolla su inteligencia, facilita que identifiquen sentimientos y emociones, da respuesta a sus necesidades, los pone en contacto con problemas y les ayuda a que den respuesta a los mismos.

El primer contacto que tienen con la lectura ocurre cuando los mayores les cuentan historias. Contar un cuento tiene que ser una actividad amena y divertida. El narrador con su habilidad cuenta historias a los niños de una manera directa, con un lenguaje adecuado y ayuda a los niños a imaginarse la historia que escucha por lo que potencia su imaginación, curiosidad y creatividad y puede servir para motivarles a disfrutar del placer de la lectura.

Así, en los primeros cursos de la etapa escolar, que los niños aún no saber leer, es fundamental como maestros, concebir un ambiente adecuado para narrarles o leerles en voz alta un cuento. Recordando siempre que no hay que convertir este momento íntimo de comunicación en una ocasión más para "enseñar".

Por todo esto, la selección del cuento a narrar es de gran importancia. En este bloque vamos a hablar de cómo se debe interactuar antes, durante y después del cuento, además de los distintos tipos de transmisión de la lectura que podemos utilizar y cómo llevar a cabo cada uno.

ESTRATEGIAS A LA HORA DEL CUENTO
  • Cuentacuentos: La función está en imaginar el contenido. En el cuentacuentos no se utilizan ilustraciones, las imágenes las creamos en nuestra imaginación. De todas las estrategias es la que más favorece el desarrollo de la imaginación y la fantasía ya que sólo por medio de las palabras, puede transmitir historias e intentar que los niños oyentes imaginen. En este caso, los cuentos más adecuados pueden ser los folclóricos. Además, debemos utilizar recursos como los distintos tipos de narrador, cambios de entonación, de ritmo, expresividad, fórmulas para comenzar y finalizar el cuento y a veces, hasta uno mismo se puede convertir en un personaje, disfrazándose. 
  • Narración con libro: Los niños van siguiendo la historia fijándose en las imágenes del libro. El libro sirve de apoyo, pero no leemos el texto literalmente si no que lo contamos con nuestras palabras. La idea de este tipo de narración está en que enseñamos la narración en imágenes, es decir, le damos coherencia por medio de la imagen. El apoyo en las imágenes refuerza la atención del niño y ayuda a recordar el cuento. En este caso, también es importante utilizar diferentes cambios de voz, entonación, exageración. Este tipo de estrategia es una buena forma de hacer partícipes a los niños, podemos interrumpir la narración para hacer preguntas como y ¿ahora que creéis que va a pasar?
  • Lectura: En esta estrategia, como su nombre indica se trata de leer el cuento. Tenemos que leer de forma expresiva, despacio y pensando que les va a servir como modelo lector. Cambiar las voces de los personajes no es muy recomendable porque estamos sirviendo de modelo a los niños, para incentivarlos a la lectura y, cuando ellos aprendan a leer, no van a tener la oportunidad de cambiarlas. Por tanto, se trata de la lectura literal del texto que aparece en el cuento. Pero también hay que enseñar las ilustraciones y hacer preguntas para captar la atención y el interés de los pequeños.
Una vez que terminemos de leer el cuento o de contarlo con cualquiera de estas tres estrategias, podemos formular una serie preguntas a los niños.


Por otra parte, la elección del repertorio es una cuestión de gran importancia, puesto que de ello depende el éxito del cuentacuentos. Para realizar esta actividad elegí el cuento "El ganso de oro" de los hermanos Grimm. Es un cuento que tuve la oportunidad de leer para realizar la actividad del bloque anterior, pero al final no opté por analizarlo. Así que, me pareció buena idea escogerlo y trabajarlo aquí mediante una de las estrategias aprendidas.

Se trata de una historia muy divertida que crea una emoción de risa, con una trama inesperada y con ese toque de encantamiento característico de los cuentos de hadas. Como estamos ante un texto folclórico, la estrategia más adecuada es el cuentacuentos. Este es un momento mágico para los pequeños ya que una historia va a ser contada y como he mencionado antes es una de las técnicas que más fomenta la imaginación.


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Creo que la edad en la que más lo disfrutarían en este caso, es el último ciclo de educación infantil (5-6 años). En esta edad los niños se encuentran en el período pre-operacional, siguen en una etapa donde es fácil que mezclen fantasía con realidad; entienden el argumento de bastantes cuentos sencillos. En esta edad el niño se siente mayor, mantiene la atención por más tiempo (ya que se trata de una historia larga), le gustan las tramas alegres y con muchas aventuras y le basta con uno o dos personajes principales y otros tantos secundarios. Además de los fantásticos, le fascinan los animales y los objetos que cobran vida.
El niño en esta etapa desarrolla el concepto de identidad individual y su autoestima y tiene una vida imaginativa rica y abundante, que le ayuda a entender lo real, lo que es perfecto para que el niño pueda abstraerse e imaginar.

Por eso, a la hora de transmitirlo es muy importante además de elegir un buen cuento, adecuado al público en cuestión, prepararlo muy bien reconociendo los detalles importantes, repitiéndolo en voz alta varias veces hasta dominar a la perfección el texto, para no repetirlo mecánicamente y es fundamental no tener prisa. Además, hay que entonar la voz para hacer la historia más atractiva, haciendo las voces de los personajes.

Antes de realizar el cuentacuentos delante de mis compañeros, me lo he aprendido, lo he ensayado en casa y para prepararlo he ido combinando y cambiando las voces, lo he repetido varias veces, se lo he contado a mi hermano y a mis padres utilizando fórmulas y he pensado una serie de preguntas a plantear tras acabar la narración.

El día del taller, nos pusimos en grupos de tres e íbamos rotando, asegurándonos de que en el grupo hubiera una estrategia de cada tipo. En mi caso, en el primer grupo éramos cuatro y luego pasé por 2 grupos diferentes de 3 integrantes.
Al principio, estaba un poco nerviosa ya que nunca había contado un cuento sin tener el libro físico y mucho menos a personas de mi edad. La primera vez que lo conté, sentí que me daba vergüenza, pero las siguientes veces ya me iba soltando y lo estaba disfrutando.

Introduje el título ‘’El ganso de oro’’, y me propuse a contarlo diciendo ‘’Hace más de mil años…’’ y finalicé con ‘’Aquí se acabó el cuento, como me lo contaron te lo cuento’’.
Tras esto comenté la edad en la que lo trabajaría, y les planteé las preguntas que había preparado:
¿Qué hubierais hecho vosotros si os pidiesen compartir vuestra comida?
¿Os parece bien lo que hizo la hermana cuando fue a coger la pluma del ganso?
¿Qué hubierais hecho si os quedáis pegados y no os podéis separar?
¿Os gustaría tener una mascota de oro?

Tras ponerlo en práctica con mis compañeros, estas fueron las recomendaciones que me aportaron:

-A la hora de contarlo, debería hacerlo más despacio, pues iba muy rápido y daba la sensación de que quería acabarlo cuanto antes.
-En el primer grupo me señalaron que utilizaba muletillas, como por ejemplo ‘o sea’ y que debía omitirlas.
-En cuanto a la entonación y las voces, me dijeron todos que me expresaba muy bien y que no se hacía pesado escucharme.
-Todos los grupos también coincidieron en que era una historia divertida que les había conseguido sacar una sonrisa.
- En el segundo grupo me dijeron que al principio la velocidad era buena, pero a la mitad del cuento empecé a contar la historia rápido como si quisiera acabar enseguida.
- En el último grupo no me dijeron nada que pudiera mejorar. Les pareció que lo había hecho bien y como apunte, me comentaron que a lo mejor alguna palabra se podría adaptar en relación con los niños, para que ellos pudieran entenderla.

Como he comentado la primera vez estaba muy nerviosa, fui bastante rápido, la segunda vez fue un poco mejor que la primera (personalmente me notaba más segura) y la última vez fue genial, disfrutaba siendo cuentacuentos.

Como mejor se aprende de algo es poniéndolo en práctica y este es un taller que me ha hecho perder el miedo a la hora de contar cuentos, he disfrutado escuchando a mis compañeras y me he divertido mucho.
En definitiva, pienso que ha sido una gran idea realizar la actividad de esta manera, porque aprendes de ti mismo y de los demás. Además, con las aportaciones te das cuentas de los fallos que has tenido a la hora de hacer la estrategia y te ayudan para hacerlo mejor en un futuro. 

BIBLIOGRAFÍA

-Labajo, I. (2018). Apuntes de la asignatura Literatura Infantil. Centro Universitario La Salle.

-Características Evolutivas De Los Niños De Entre 5-6 Años. (2017). Obtenido de Mamá Psicóloga Infantil: http://www.mamapsicologainfantil.com/ninos-y-ninas-de-5-6-anos-como-son/



Comentarios

  1. ¡Buenas tardes Anjali!
    Quería hacerte una pequeña aportación a tu gran trabajo.
    Estoy de acuerdo contigo en el la hora del cuento es esencial para la Educación Infantil ya que ayuda a los niños a dar respuesta a muchas de sus necesidades, a calmar algunos miedos, identificarse en cierto modo con los personajes y desarrollar mucho más la imaginación.
    Me parece muy acertado ciertos puntos que has comentado como:
    - Que el primer contacto que tienen los niños con la literatura es a través de los adultos, en este caso de nosotras como maestras, y que por eso hemos de conseguir que sea una actividad dinámica y divertida, como bien dices tú.
    - La necesidad de que el narrador desarrolle una habilidad. Es decir, que nosotras como futuras maestras llevemos a cabo ensayos como el que realizamos en clase para adquirir esa habilidad. Por esto comparto también que la actividad llevada a cabo en clase fue fundamental y necesaria para nuestra futura labor.
    - Las características psico-evolutivas de los niños de 5 años. Lo cual hace que el cuento sea más adecuado. Me gusta cuando expones que los niños de esta edad se encuentran en la etapa pre-operacional y que por ese motivo son capaces de distinguir la fantasía y la realidad.

    Por otro lado creo que has hecho muy buena elección con contar el cuento a los niños de 5 años, por el motivo que en esta edad son capaces de imaginar y entender el lenguaje del cuento con mayor facilidad.
    Me ha parecido muy curioso, y también muy positivo, que hayas contado previamente el cuento a tu hermano y a tu familia. Creo que es una muy buena forma de practicar e ir perdiendo ese miedo que tenemos con las personas que mayor confianza tenemos.

    Si tuviese que darte alguna corrección te diría que yo, antes de comenzar a contar el cuento, explicaría a los niños lo que es el oro, ya que luego haces preguntas como si les gustaría tener una mascota de oro.
    También resaltaría la importancia de utilizar, no solo una estrategia para contar cuentos, sino la utilización complementaria de las tres.
    Por lo demás pienso que está perfecto y además pienso como tú: Cómo mejor se aprende es con la práctica
    ¡Enhorabuena!

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  2. ¡Hola Irune! El comentario es de Maria Cebrián.

    ¡Un saludo!

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  3. Muchas gracias Maria por el tiempo dedicado a visitar el blog y leer mi entrada! Coincido contigo y tendré en cuenta lo que me has comentado para mejorar mi trabajo.

    ¡Un saludo!

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